Coincidimos en que la edad en la que debes elegir una carrera profesional que sostenga tu futuro y tu proyecto de vida, es una etapa de incertidumbre en el que tus padres, tus docentes, tus amigos y tu familia, en general, preguntan ¿Ya sabes que vas a estudiar? La pregunta en cuestión se siente cómo un interrogatorio que te pone en una situación incómoda, si aún no conoces la respuesta.
La elección de tu carrera profesional no debería ser una decisión llevada por los impulsos que te obligan a esquivar la presión que ejerce sobre ti la pregunta en si misma. Concederte un tiempo para tu autoconocimiento, para reconocer tus dudas, para aclarar tus pensamientos e informarte sobre lo que te gusta y sirve tu propósito, te ayudará a elegir una carrera relacionada contigo, tus intereses y no con las expectativas que otros tienen sobre ti. Finalmente, tu decisión será el resultado de un proceso individual que tendrá como base la seguridad de conocerte a ti mismo y de conocer las opciones académicas que están disponibles para ti.
Sin embargo, elegir una carrera profesional es mucho más que la decisión de lo que vas a estudiar. Hacerlo con el profundo conocimiento de tu personalidad, tus gustos, tus intereses, tu entorno y tu realidad es elegir un proyecto de vida relacionado contigo. Para esto es necesario que te conozcas, descubras quién eres, qué te gusta y cuál es tu propósito. Si somos sinceros, no es suficiente con buscar información sobre la oferta académica de las universidades de tu ciudad, ni con aplicarte un test que te diga qué estudiar.
Algunas estrategias prácticas para pensar en tu propósito de vida y así encontrar tu vocación son:
- Tómalo con calma. Si todavía no sabes cuál es tu vocación, si te gustan cosas diferentes o si todos tus amigos ya decidieron lo que van a estudiar y tu sigues pensando en lo que quieres hacer, llama a la calma y mantente sereno. Cada persona tiene sus propios tiempos, date permiso de tener un espacio para elegir con tranquilidad.
- Conócete a ti mismo. El autoconocimiento te lleva a encontrar lo que te gusta hacer, cuáles son tus intereses, qué materias del colegio te resultan más fáciles y cuáles representan para ti más dificultad. En tu proceso de autoconocimiento incluye tus hobbies, deportes y pasatiempos. Tus intereses y tu personalidad son importantes para elegir algo que disfrutes hacer y que te permita desplegar tu potencial.
- Aterriza tus posibilidades. Piensa si para empezar a estudiar debes mudarte, si la ciudad a la que vas te gusta, si tienes amigos y familiares cerca, cuánto tiempo tienes disponible para tus estudios. Al reflexionar, considera si vas trabajar mientras estudias y cuáles son las ocupaciones y profesiones de tu familia y de tu entorno. Incluir la realidad en la elección permite que evalúes si tu decisión es viable.
- Infórmate sobre la oferta académica. Las carreras tradicionales son las más conocidas. Sin embargo, hay muchísimas más carreras universitarias que pueden sorprenderte y sobre las que puedes informarte. Busca en internet, visita las universidades, solicita información sobre los programas académicos que te interesan. Esto te permite tomar una decisión basada en la seguridad que brinda conocer profundamente las opciones actuales y la carrera que te gusta.
- Apóyate en un profesional. Antes de tomar la decisión final, conversa con un graduado de las carreras que te interesan para conocer su experiencia y el campo laboral de cada una. Con su testimonio puedes proyectar cómo sería tu futuro profesional y evaluar si es algo que te gusta, cuáles son las posibles actividades laborales y si te imaginas trabajando en esa profesión.
La elección de una carrera profesional es un proceso personal que te lleva a pensar en el futuro. Conociendo la oferta de carreras, tu personalidad, tus intereses y tu realidad puedes elegir con seguridad tu vocación, y estas cinco estrategias pueden ser una brújula que te guíe hacia dónde vas.
¡Que tengas suerte en tu búsqueda!